ByLuz Pena and Juan Carlos Guerrero
Monday, April 10, 2023
El tiroteo masivo en Half Moon Bay expuso las condiciones de vivienda deplorables que enfrentan los campesinos. Esta amenaza oculta amenaza el futuro de la agricultura. Esta es la razón y que se hace para resolverla.
HALF MOON BAY, Calif. (KGO) -- Con más de 40 millas de peñascos empinados, la costa del Condado de San Mateo es un paraíso. Pero, si nos fijamos más de cerca, hay una dura realidad que estas lindas vistas no pueden ocultar.
Un secreto que fue fácil de esconder hasta el 23 de enero. Es cuando, según los fiscales, un campesino descontento abrió fuego contra sus compañeros en dos campos de hongos.
Las autoridades dicen que Chunli Zhao, de 66 años, mató a cuatro de sus compañeros en California Terra Garden y después manejó hasta Concord Farms, donde había trabajado antes, y mató a otros tres ex compañeros de trabajo.
Zhao le contó a los investigadores que estaba enojado porque trabajaba muchas horas. Quizás, la gota que derramó el vaso, fue que le cobraron $100 para reparar una máquina dañada.
Siete personas murieron en el tiroteo masivo, todos campesinos.
Al investigar la tragedia, las autoridades descubrieron un secreto: las condiciones deplorables en las que vivían los campesinos y sus familias.
Días después del tiroteo, el supervisor del Condado de San Mateo, Ray Mueller, visitó el lugar y publicó estas fotos en Twitter.
Muestran un espacio donde los pisos son de madera aglomerada, las paredes de plástico y hay estufas de camping para cocinar. También se ven contenedores de carga de metal usados como vivienda.
"Horrible, horroroso, condiciones deplorables," explicó el supervisor Mueller. "Vimos lo que parecía cobertizos. Contenedores donde vivía gente, sin aislamiento térmico. Ningún lugar donde te gustaría preparar alimentos. Es un desorden."
Cal-OSHA investiga si se violaron los códigos de salud y de seguridad en el trabajo. También intentan determinar si no se cumplió con las normas laborales, ya que algunos trabajadores dijeron que ganaban menos del salario mínimo establecido.
Desde que sucedió la tragedia, funcionarios del Condado de San Mateo se han preguntado cómo es que las leyes laborales y las normas básicas de vivienda no se cumplieron para estos trabajadores.
Al parecer, las agencias de servicios sociales conocían estas condiciones desde hace años. Para ellos, esto no era un secreto.
"Esto no es nada nuevo, lo que estamos viendo. Hemos estado allí al menos una vez a la semana, por los últimos tres años, repartiendo comida, dándoles impermeables, botas. Lo que sea para ayudarles económicamente," dijo Belinda Hernández-Arriaga, fundadora de Ayudando Latinos a Soñar (ALAS), una agencia sin fines de lucro.
Organizaciones como ALAS y Puente de la Costa Sur abogan por mejorar la situación de vivienda de los campesinos. Los dueños y administradores de las granjas les dan permiso para entrar a sus propiedades y proveerles recursos a los trabajadores.
Estas agencias saben que las condiciones de vivienda son deplorables, pero les preocupa qué pasaría si las reportan.
El sitio podría ser clausurado, los residentes desalojados y los inquilinos podrían quedar desamparados.
La supervisora del Condado de San Mateo, Noelia Corzo, ha estado abogando por mejores condiciones de vivienda y los derechos de los inmigrantes desde que era una organizadora comunitaria y después una trabajadora social.
Durante una reunión de la junta de supervisores, ella habló sobre la situación delicada que enfrentan los trabajadores sociales al toparse con pésimas condiciones de vivienda de los campesinos.
"Como trabajadora social, muchas veces yo fui a una situación donde me preocupaba las condiciones de vivienda y luego uno se tiene que enfrentar a la realidad que si lo reporto o si le digo a la familia que lo reporte, es probable que después no tengan donde vivir," explicó Corzo.
Es un callejón sin salida causado por el alto costo de la vivienda.
"Half Moon Bay es muy costoso. Por eso los campesinos viven donde pueden," dijo Joaquín Jiménez, vice-alcalde de Half Moon Bay. "Alquilan un espacio en una cochera, o en una sala, o rentan espacio en un sofá. Tienen un lugar para dormir pero eso es todo."
Jiménez señala una pequeña plaza situada en la calle principal de Half Moon Bay donde suelen pasar el tiempo los campesinos.
Para ellos, este lugar es como una zona de descanso hasta que llega la hora de irse a dormir.
"Aquí se juntan para socializar con otros miembros de la comunidad porque no pueden ir a donde duermen. Solo van allí para dormir," agregó Jimenéz, quien también trabaja como director del programa de campesinos en ALAS.
"La mitad de los campesinos que viven en esta zona viven en condiciones atestadas porque las rentas son tan altas. Dos familias alquilan un lugar para poder pagarlo. Yo conozco familias que viven en casas rodantes y pagar mil dólares al mes. Es la única manera que lo pueden pagar," explicó Rita Mancera, directora ejecutiva del Puente de la Costa Sur.
Al igual que el resto del área de la bahía, Half Moon Bay, Pescadero y otras comunidades en la costa del Condado de San Mateo enfrentan una crisis de vivienda.
En promedio, la renta de un departamento de una recámara cuesta $2,500 mensuales, lo cual está fuera del alcance de un campesino que gana menos de $30,000 al año.
"Los campesinos no solo viven en las granjas, amontonados, en condiciones malas, pero también viven en la comunidad. Ellos rentan un apartamento. Ellos rentan una casa. Pero pagan por cuarto. Ellos se juntan quizás dos o tres familias y pagar por cuarto," dijo Jiménez.
Él calcula que hay unos dos mil campesinos en esta zona. Por lo menos la mitad de ellos necesita mejores condiciones de vivienda.
"Half Moon Bay es una comunidad agrícola con granjas, ganaderos y pesca. Cada década vemos menos campesinos en nuestra comunidad, menos granjeros en nuestra comunidad," lamentó Jiménez.
La falta de vivienda asequible está transformando la economía alrededor de Half Moon Bay.
En 2018, la industria de la agricultura en el condado tuvo ganancias de unos $150 millones, pero ese se número se desplomo a solo $98 millones para 2021.
Ahora los campesinos y los granjeros luchar para sobrevivir.
"Si perdemos a los campesinos, la industria de la agricultura va a desaparecer. La clave es construir vivienda. Necesitamos esa vivienda," dijo Jiménez.
En 2017, el Condado de San Mateo County tenía 241 granjas, lo cual representa un tercio menos de las que operaban en esa zona cinco años antes.
Para 2019, solo quedaban 81 granjas.
Muchas tuvieron que cerrar porque los campesinos no podían pagar el costo de la vivienda.
Y es que en el Condado de San Mateo el salario de los campesinos se sitúa por debajo del 50% del nivel de pobreza, en una de las zonas más caras para vivir en todo el país.
BJ Burns es uno de los granjeros que sobrevive en la zona. Su familia ha operado Bianchi Flowers por cuatro generaciones.
Ahora, él gana dinero no solo como granjero, sino también arrendando casas rodantes en su tierra.
Burns explicó que hace varios años le pidieron que instalara vivienda para campesinos en su propiedad. Ahora cuenta con siete casas rodantes para familias y dos barracas para hombres que están solos.
Él calcula que viven unas 60 personas en su propiedad pero sólo cuatro de ellos trabajan para su empresa. No todos son campesinos.
"Que haces cuando tienes una familia de campesinos y de pronto tienen la oportunidad de ganar más dinero trabajando en otra cosa. ¿Los echo?" dijo Burns.
Ramón Pérez es uno de los pocos trabajadores de Bianchi Flowers que viven en la propiedad. Él es mayordomo y vive en la granja con su esposa y dos hijos sin tener que pagar renta.
"La gente de Half Moon Bay merece mejor vivienda. Es triste ver a gente vivir en malas condiciones," dijo Pérez mientras recordaba a las víctimas del tiroteo masivo.
Después, Burns nos permitió ver las barracas para hombres que están solos. Hay diez hombres residiendo allí, dos por cuarto.
"Estas casas están mucho más acabadas," reconoció Burns. "Cada año tratamos de arreglarlas pero se puede ver que los pisos necesitan ser reparados.
Cada trabajador paga $300 al mes por un cuarto compartido. Burns dice que se asegura de reemplazar los electrodomésticos si se rompen.
"No vamos solamente a colectar la renta. No vamos abusar de ellos pero hay un costo en cuidar a estas casas. Yo suministro el gas y la electricidad y ya nada es barato estos días," agregó Burns.
Uno de los trabajadores compartiendo vivienda es Jesús, quien ha vivido allí por seis años aunque no trabaja en Bianchi Flowers.
Jesus dijo que le gustaría vivir en un lugar major pero después de pagar la renta y comprar comida, todo el dinero que le sobre lo manda a su familia en México para cumplir un sueño.
Adentro de un cajón él guarda dos bolsitas de plástico con varias fotos que muestran un tractor y otra herramienta que ha logrado comprar en México para cuando regrese.
Le gustaría abrir un negoció algún día, pero ese no es su única motivación.
Entre las fotos hay varias de sus hijas, Carmela de 26 años y Aurora de 18 años. Jesus no conoce a su hija menor.
"Las fotos me dan valor," explica Jesús.
"Me encantaría tener un lugar mejor para ellos, pero no lo puedo pagar," dijo Burns. "Así que hacemos lo que podemos. Por eso seguimos aquí, tratando de sobrevivir."
El Departamento de Salud Ambiental del Condado inspecciona los sitios de vivienda, pero no todos.
Solo los que albergan a cinco o más campesinos requieren un permiso para operar.
Las propiedades más pequeñas no están en la mira de los inspectores. Tampoco las propiedades que no están registradas con el programa de vivienda del condado.
Si nadie se queja, las viviendas siguen ocultas: siguen siendo un secreto.
Los funcionarios del Condado de San Mateo dicen que, ni California Terra Garden ni Concord Farms tenían permiso para operar vivienda de trabajadores en sus propiedades.
La vivienda en Bianchi Flowers sí es inspeccionada cada año.
Burns, quien también es el presidente del comité de granjeros del Condado de San Mateo, nos dijo que el comité no sabía que había gente viviendo en las granjas donde ocurrieron los tiroteos.
"No conocemos a los operadores. No se asocian con nosotros. Quedamos totalmente sorprendidos por lo que estaba sucediendo allí," dijo Burns.
Los campesinos tienen miedo de reportar las malas condiciones de sus viviendas, sobre todo debido a su estado migratorio.
Más de la mitad de los campesinos en el condado son indocumentados. Ellos viven en las sombras.
Mancera dijo que los campesinos tienen miedo de reportar abusos debido a su estado migratorio irregular.
"Tienen miedo de ser desalojados. No quieren perjudicar su vivienda por nada. Pero ya es tiempo que reclamen, pero también es tiempo que sean escuchados," expreso Mancera.
Rogelio Nabor Martínez lleva 22 años trabajando en las granjas. Él tiene dos empleos para poder mantener a su familia.
Su hija, que está en la universidad, quiere ser abogada de inmigración para ayudar a su comunidad.
Él reconoce por qué los campesinos no se quejan de su vivienda.
"Los dueños no les cobra mucha renta así que la gente piensa que a pesar que su vivienda esté mal o sucia la gente prefiere aguantarse," dijo Nabor Martínez.
En California Terra Garden vivían ocho familias que pagaban $300 al mes de renta.
Los operadores de la granja de hongos niegan que sus inquilinos vivieran en condiciones deplorables. Dicen que las casas rodantes fueron inspeccionadas por el estado.
Después del tiroteo, las unidades fueron designadas no aptas para vivir y los residentes se tuvieron que mudar.
California Terra Garden ahora colabora con los funcionarios locales para construir en otra parte de su propiedad viviendas permanentes que cumplan con las regulaciones.
El Condado de San Mateo también creó un grupo de trabajo para inspeccionar todas las viviendas para campesinos ubicadas a lo largo de la costa.
Pero asegurar que las viviendas cumplan con los estándares adecuados es costoso.
Los supervisores aprobaron $750,000 para albergar a las familias desalojadas por el tiroteo. Eso solo cubre el costo de un año.
El Condado de San Mateo ya tiene un programa de préstamos para propietarios a fin de que puedan construir o arreglar viviendas para campesinos.
Pero los funcionarios locales dicen que necesitan ayuda financiera del estado para satisfacer la demanda.
Mancera reconoce lo difícil que es construir vivienda en la costa.
"De las 36 granjas que conozco, solo dos han podido instalar vivienda en su propiedad en los últimos 15 años que yo he estado aquí," explicó Mancera.
Ella dice que ha visitado casas donde los residentes tienen un colchón parado contra una pared para ponerlo en el piso a la hora de dormir.
Jiménez busca una solución a esta crisis en un vivero que cerró sus puertas en 2019. Él quisiera construir un complejo habitacional en el terrero.
"Imagínate, puedes trabajar y vivir en el mismo lugar con una vivienda adecuada. No debemos necesitar una tragedia para lograr cambios. Mucha gente trata de ignorar lo que está sucediendo en su comunidad," dijo Jiménez.
Él también explora la posibilidad de construir viviendas en lotes municipales donde cabrían por lo menos 100 unidades.
Su sueño es construir más viviendas para campesinos similar a Moonridge, una comunidad de vivienda asequible construida por Mid-Pen Housing.
Cuando se inauguró el complejo, al menos el 50% de los residentes eran campesinos. Ese número ha caído en años recientes.
"En algún momento la gente que pudo rentar aquí eran campesinos, pero ahora podrían estar trabajando en construcción o en otros trabajos por la pérdida de tantos empleos en la agricultura," explicó Andrew Bielak, director asociado de desarrollo en MidPen Housing.
El sitio tiene una cancha de baloncesto y una de fútbol, un centro comunitario y una guardería infantil.
Sin embargo, hay 240 personas en la lista de espera para rentar una vivienda aquí.
Mid-Pen intenta satisfacer la demanda. La agencia desarrolla un complejo de vivienda en Moss Beach, a 10 millas de Half Moon Bay
El proyecto tendría 71 unidades, de las cuales 18 serían reservadas para campesinos.
"Creo que debemos continuar a servir a otra gente, no solamente a los campesinos. Creo que los campesinos son una parte clave pero pienso que debemos ayudar a una población más amplia que también necesita vivienda. La demanda es muy alta," dijo Bielak.
Esa necesidad también se extiende a las granjas.
"La agricultura se está perdiendo en la costa del Condado de San Mateo. Yo diría que en los próximos 10 o 15 años va haber muy poca agricultura en la costa si no hacemos algo ahora," expresó Burns.
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